Solicita que se reúna la comisión negociadora, dos meses y medio después, parasalvar elpacto «inextremis»
F. Arabí, Valencia
La extraña pareja (Esquerra Unida y Bloc) decidió ayer darse una tregua de veinticuatro horas sin echarse los trastos a la cabeza a cuenta de las diferencias que mantienen en torno a la construcción de una alternativa valencianista, ecologista y de izquierdas que contribuya a desalojar al PP del Consell. O sea, que no se aclaran a la hora de repartirse las sillas.
Ayer, el Bloc dio el paso en aras de la reconciliación que desemboque en matrimonio de estricta conveniencia y solicitó formalmente una nueva reunión de la comisión negociadora del acuerdo. El último encuentro tuvo lugar el pasado 4 de septiembre, después de las tres consecutivas celebradas en el mes de julio, fechas en las que incluso daba la sensación de que entre ambos partidos había sino amor, sí un poco de cariño.
EU no había contestado ayer la solicitud, pero antes que nada deberá decidir quiénes han de formar la delegación negociadora que hasta ahora integraban el secretario de organización, Ricardo Sixto, la secretaria general del PCPV, Marga Sanz, y Vicente Monteagudo, por la corriente Esquerra i País. Esquerra Unida ni siquiera ha decidido el reparto de cargos entre los 15 integrantes de la nueva permanente elegida en la última asamblea.
De hecho, hasta el próximo 25 de noviembre no se celebrará la reunión del consell polític (máximo órgano entre congresos) en la que se decidirán las responsabilidades que asumen los distintos dirigentes que integran la ejecutiva del partido. Por eso, en EU ven factible que sea la misma terna la que acuda a la cita con el Bloc, dado que siguen siendo interlocutores válidos. Se da por seguro que Sixto seguirá siendo el responsable de organización, mientras que la posición de Marga Sanz y el PCPV ha salido igualmente reforzada en la reciente asamblea que ratificó el liderazgo de Glòria Marcos.
El estado de la cuestión negociadora del pacto será uno de los puntos que se abordará hoy en la reunión que celebrarán cargos públicos y militantes de EU adscritos a la corriente nacionalista de Esquerra i País. El punto central del encuentro de este sector, que lidera Pasqual Mollà, es tomar una decisión sobre la estrategia de corresponsabilizarse o no en la gestión de EU. Algunos destacados dirigentes de EiP sostienen que no han de asumir puestos orgánicos puesto que sus planteamientos fueron claramente derrotados en la asamblea, si bien estas mismas fuentes apuntan que otros dirigentes, entre ellos el propio Mollà, son partidarios de seguir con la tradición no escrita de que todos los sectores asuman parcelas de poder tras las asambleas.
Font: Levante-EMV 15/11/06
16.11.06
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