22.6.06

El ‘efecto Alborch’ y tres partidos judiciales, claves para decidir la mayoría de la Diputación

El PSPV baraja presentarse en coalición con EU y Bloc en Requena, Sueca y Ontinyent
El control de la Diputación de Valencia se juega en tres partidos judiciales, que eligen un solo diputado provincial, y en Valencia. El PSPV confía en el tirón del ‘efecto Alborch’ para quitarle el escaño a UV, y en tripartitos con EU y Bloc para amarrar los diputados de Ontinyent, Sueca y Requena.

Recuperar la Diputación de Valencia se ha convertido en uno de los objetivos fundamentales del PSPV para las elecciones de 2007. Lo ajustado de los resultados de la última cita electoral –los socialistas se quedaron a un centenar escaso de votos de ganar un diputado, y a pocos miles de recuperar otros dos– sitúa a la formación que lidera Ignasi Pla en condiciones de luchar por la institución que preside Fernando Giner.

Para los profanos, el proceso de elección de diputados es casi un galimatías. La elección no es directa –no se vota en las urnas a los diputados provinciales–, sino que se realiza un cálculo por partidos judiciales (nueve en la Comunitat), que cuentan con un número fijo de diputados, y que resultan elegidos en función del número de votos y concejales obtenidos por cada partido.

La traducción práctica de ese mapa dice que cinco de esos nueve partidos judiciales –Alzira, Gandia, llíria, Sagunto y Xàtiva– eligen dos diputados provinciales. Y en esos cinco partidos judiciales no hay mucho que hacer: el PP se lleva uno y el PSPV el otro, en cada uno de ellos.

Así que la pugna real por la corporación provincial se jugará en el resto de partidos. En el de Valencia y área metropolitana, porque se eligen 18 diputados, y en los tres que sólo eligen un diputado provincial –Ontinyent, Requena y Sueca–.

‘Efecto Alborch’
¿Cuáles son las claves de la elección? En el caso de Valencia, la dirección del PSPV confía en el tirón de Carmen Alborch en Valencia. ¿Para ganar a Rita Barberá? No. Pero para quitarle el diputado a UV –en 2003 se quedaron a 2.000 votos de lograrlo–, sí. Con esos resultados, y con la movilización del electorado que puede provocar la presencia de la exministra, los socialistas confían en ganar como mínimo un diputado en ese partido judicial (llegar a ocho).

La confianza ciega en el efecto Alborch no va a impedir que los socialistas valencianos utilicen el resto de recursos a su alcance para tratar de arrebatar la Diputación al PP. En 2003, los populares se llevaron el único diputado provincial de Requena porque el PSPV no presentó lista municipal en Alborache –con los votos que sí obtuvo en ese municipio en las autonómicas, habría sido bastante–. De modo que Blanquerías ya da por ganado ese diputado.

En el caso de Sueca, los tribunales terminaron concediendo el escaño a la coalición PSPV-EU-Entesa, por otro centenar de votos. Y en Ontinyent, los socialistas sí se quedaron a unos 6.000 sufragios de arrebatar el diputado provincial de ese partido al PP.

¿Tripartitos?
¿Y qué hacer para ganar esos tres diputados? En Blanquerías no son pocas las voces que consideran imprescindible presentar una coalición con EU y Bloc en los tres partidos judiciales que eligen a un solo diputado. La medida, a priori, garantizaría que el PP no obtuviera ninguno de ellos.

Pero los “costes” de esa operación no son pocos. Primero, para EU y el Bloc; los dos partidos negocian una coalición electoral con Els Verds para la cita autonómica que, entre sus argumentos, subraya la necesidad de combatir el bipartidismo. Justificar que se quiere combatir el bipartidismo en las autonómicas y pactar con los socialistas en los comicios de más de medio centenar de municipios tendría una explicación complicada. La dirección de EU ve difícil mantener el acuerdo con el PSPV en Sueca. Pero los socialistas se plantean llegar a un acuerdo en Ontinyent con el Bloc para ganar ese diputado

Los socialistas valencianos también tendrían que asumir otro coste: el de la acusación permanente del PP de querer reeditar el tripartito catalán. Y 250.000 personas lo tendrían en una papeleta.

Font: Las Provincias 22/06/06