Albiol revive la línea dura del PCPV tras ocho años de trayectoria ecosocialista de Cardona

La designación de la «número uno» responde a estrategias poselectorales para cohesionar el grupo tras el 27-M. Mulet promete apoyo a la candidata pese al disenso

Ramón Marín, Castelló

La imposición al puro estilo soviético de las candidaturas autonómicas de Esquerra Unida, que ha propiciado la designación de Marina Albiol como número uno de la circunscripción de Castelló, parece amenazar el apellido político del partido de izquierdas. La unión, hoy por hoy, brilla por su ausencia. Carles Mulet, el candidato alternativo, representante de la corriente Esquerra i País y aglutinador de la mayoría de las comarcas de Castelló -a excepción del Baix Maestrat- mostró ayer su decepción con el proceso seguido en la IX Asamblea de Esquerra Unida del País Valencià. Hasta el punto de que se intuyó en sus palabras la amenaza de una campaña electoral de brazos caídos, en la que Albiol no tendría el apoyo logístico ni la solidaridad del partido en las comarcas de Castelló. Un contexto que el propio Mulet se encargó de desmentir unas horas después con un comunicado de respaldo inequívoco a la candidata. «Somos un proyecto de hombres y mujeres comprometidos en hacer un mejor Castelló y vamos a hacer todo lo posible por conseguirlo, encabezados por Marina y con la mejor gente posible», apostilló.
Por encima de la controversia política en clave de Castelló, el fondo del asunto del reparto de los cargos parece haber residido en la voluntad de la coordinadora general y candidata a la Generalitat, Glòria Marcos, de definir un perfil de candidatos y candidatas homogéneo ante el conglomerado ideológico de la más que segura coalición EU-Bloc, en la que se integrarán comunistas ortodoxos, ecosocialistas, nacionalistas, independientes y ecologistas. Albiol garantiza mejor que lo hubieran hecho Cardona o Mulet la cohesión en torno a la línea dura del PCPV que imperará en el grupo parlamentario tras el 27-M.
De hecho, el liderazgo de Marina Albiol devuelve a la candidatura de EU el protagonismo de la ortodoxia en torno al PCPV, tras ocho años de ecosocialismo en la figura de Ramon Cardona, un militante bastante alejado del conservadurismo comunista. El PCPV había cedido terreno a terceras vías en la modernización de la izquierda desde el momento en que Carmen Cana concluyó en 1999 su ciclo de ocho años de legislatura en las Corts Valencianes.
La estrategia poselectoral ha ido acompañada, eso sí, de cierto cainismo. La voluntad de las agrupaciones comarcales de EU en Castelló, y de la mayor parte de los cuadros orgánicos y cargos institucionales del partido, de avalar la continuidad de Ramon Cardona, ha sido despreciada con rotundidad, al no permitírsele que pudiera presentar su candidatura ante la asamblea. Un derecho hasta ahora concedido a cuantos alcanzaban los dos mandatos.

Efectos electorales

«Nos ha disgustado mucho cómo ha trascurrido la asamblea, por la imposición por el aparato del PCPV de la candidatura de Castelló, que no tiene ningún tipo de apoyo», había apuntado Mulet antes de emitir el comunicado. Y agregó: «Ha sido una falta de consideración y una falta de respeto muy grande a un trabajo muy intenso durante ocho años». Además, con consecuencias agoreras: «Poner a una persona prácticamente desconocida, a seis meses vista de las elecciones autonómicas, es una cosa que nos preocupa muchísimo».
Marina Albiol, que se ha proyectado al primer plano de la actualidad como coordinadora de Joves d'EUPV, ha cuajado su incipiente carrera política al margen del colectivo de Castelló, según se empeñan en destacar los críticos. Un argumento precipitado, dado que Albiol ya fue uno de los referentes electorales en los comicios de 2003, y por partida doble: candidata número tres al Ayuntamiento de Castelló y a las Corts Valencianes. Nadie le endosó entonces el estigma de desconocida.

Font: Levante-EMV 07/11/06