El PCE descarta el pacto con Esquerra i País y expresa su apuesta por Glòria Marcos
V. Romero, Valencia
La ausencia de consenso entre las distintas familias de Esquerra Unida augura confrontación en la IX Asamblea de Esquerra Unida que se celebra a partir de esta tarde en la Universitat. Los 343 delegados -cifra oficia a la espera de acreditaciones- van a encontrarse en una tesitura muy similar a la de diciembre de 2003, cuando la lista del PCE y la de los independientes de Glòria Marcos sumaron fuerzas para alcanzar la dirección y el puesto de coordinador que dejaba atrás el hoy portavoz en las Corts, Joan Ribó. Enfrente tuvieron a la corriente de Esquerra i País (EiP) y a su líder Pasqual Mollà, que este fin de semana aspira de nuevo a hacerse con el control de la organización.
Las semanas previas a la celebración de la Asamblea han estado presididas por los intentos frustrados de acercamiento entre las distintas familias. Marcos y EiP han mantenido desde hace tres años distintos encontronazos que han ido alejando sus posiciones. La manera de abordar el pacto con el Bloc Nacionalista Valencià -que ningún sector rechaza abiertamente- para las elecciones autonómicas y otros posibles acuerdos en las municipales han encallado todavía más la relación de los nacionalistas con Marcos, pero también con los comunistas que lidera Marga Sanz. El PCE ha lanzado la consigna a sus federaciones de controlar al máximo los órganos de dirección de Izquierda Unida, dentro de la pugna que Francisco Frutos mantiene con el jefe de filas de IU, Gaspar Llamazares, al que aspira a descabalgar.
Esquerra i País planteaba un reparto de funciones, que dejaba a Marcos como candidata a la presidencia de la Generalitat y futura portavoz del grupo parlamentario y reservaba a Mollà el puesto de coordinador. Sin embargo la profesora de secundaria ha rechazado esta opción, se ha ganado el respaldo del PCE y aspira a un segundo mandato al frente de la organización. El último intento, ayer de Mollà de propiciar un acercamiento al PCE resultó en un nuevo fracaso. Sanz ni siquiera contestó sus llamadas. Todo lo contrario el PCE emitió un comunicado mostrando su respaldo a Marcos para ejercer de nuevo de coordinadora y encabezar la lista autonómica. Los comunistas se plantean como objetivo «construir una nueva mayoría que, por una parte desplace a la derecha de las instituciones en mayo de 2007 y, por otra, ponga las bases de una nueva forma de hacer política al servicio de políticas sociales en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras y del conjunto de las clases populares». Y para esto, dice el comunicado del Partido Comunista del País Valencià, la apuesta de los comunistas es Glòria Marcos.
En la pugna entre Marcos y los comunistas contra Esquerra i País ha aparecido un tercero en discordia, el diputado provincial Josep Bort, que se presenta como opción alternativa de consenso y aglutina a independientes y comunistas moderados como Ribó. Presentados como pacificadores -cascos azules- Bort y los suyos aspiran a ejercer de bisagra en el caso de que se produzca un resultado ajustado en la votación del Consell Polític. No obstante, el sistema proporcional de Esquerra Unida garantiza a todos representación en los órganos de dirección.
La Asamblea comienza con la acreditación de delegados y lectura del informe de gestión de Marcos.
Font: Levante-EMV 03/11/06
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